El proceso llegó al final.
Y un proceso que nos demostró que la decisión de abrir el voto para los emigrantes bolivianos fue una medida acertada.
Y no es solamente porque es una medida que consolida la vida de la joven democracia boliviana, como también porque colabora para que un considerable contingente de nacionales recupere su autoestima.
En muchos casos, personas que se consideraban abandonadas por el Estado, al recibir su papeleta de inscripción y salir de los recintos, se sentían nuevamente bolivianos.
No faltaron hombres y mujeres que por arriba de los 60 años se presentaron deseosos de cumplir con su inscripción, y lo consiguieron por tener carnet de identidad a perpetuidad, sin fecha de vencimiento.
Otros, con 18 años por cumplir, insistiendo en la necesidad de prepararse para poder sufragar por primera vez en la vida el próximo 6 de Diciembre.
Pero es alarmante y preocupante el número elevado de jóvenes de ambos sexos que viven en São Paulo.
Preocupante, por la cantidad y por lo temprano para ser papás y mamás.
Alarmante, porque significa, en innúmeros casos, pérdida de talentos para el país.
Nadie podría imaginar que por medio de la biometría, se pudiese posibilitar el reencuentro de gentes con su propia gente y con su propio país.
Por otro lado, apareció otro sector de bolivianos (y no son pocos) que procuró la inscripción para huir de las humillaciones de malos bolivianos que aprovechándose de su autoridad fronteriza, les obligan a dejar sumas de dinero en sus manos, “dice por no estar inscritos”.
Son bolivianos que llevan la vida entre Bolivia y Brasil y que son víctimas de extorsiones en Puerto Suarez.
A pesar de no ser obligatorio, esa enorme cantidad de personas exigió (en algunos casos con violencia) que se les empadronara, pese a lo avanzado de la hora.
En fin, las situaciones sociales de todos puede ser distinta, pero para nosotros lo importante fue cumplir con el compromiso asumido.
Desde todo punto de vista, acreditamos que el Proceso de Empadronamiento Electoral Biométrico fue todo un éxito.
Un verdadero baño de credibilidad para todas aquellas personas que no acreditaban que podría ser realizado.
Debemos reconocer, sin falsa modestia, que todos los que hemos participado de este proceso lo hicimos imbuidos del más alto espíritu de responsabilidad para con el país.
Todos, Representante, Administradora, Educadora Ciudadana, Inspectores, Auxiliares y divulgadores, hemos trabajado, en media, 12 horas por día, de lunes a domingo, durante dos meses.
Tenemos certeza de que sin la colaboración precisa de nuestra Coordinadora en La Paz, Mariana Sanz (que estuvo en São Paulo en los últimos días) y de todo el personal en la Oficina Central también en La Paz, nuestro éxito no sería el mismo.
Para todos y cada uno de nosotros fue una experiencia nueva y gratificante. Solidaria.
Las cosas que hicimos, buenas y malas, ciertamente nos servirá para nuestro futuro mediato.
Tenemos la plena seguridad de que el Empadronamiento que ahora se encierra, servirá para la consolidación definitiva de la democracia boliviana.
Hemos empadronado a 18.616 personas que tranquilamente podrán haber sido 30 mil. Y lo serán futuramente, eso está claro.
Que así sea.
Quedan, simbólicamente para nuestros ojos, las imagenes de los archivos valiosos conteniendo los datos el trabajo realizado (foto abajo) y de las 17 maletas que, antes de retornar a La Paz, descansan momentáneamente en nuestras oficinas de São Paulo, después de largas y cansadas jornadas de trabajo.
Boa viagem, pretinhas!
